A González/SP. Parecían quedar atrás aquellos años donde los colosos suramericanos daban por contados los tres puntos en suelo venezolano. Y parece ser que gracias a Cesar Farias estos años han vuelto. Lamentablemente el día Domingo cuatro genialidades de los crack Brasileños devolvieron al sótano a la Vinotinto, lugar que no visitaban desde hace más de 5 años.
“Peor es el remedio que la enfermedad”, así reza el dicho que se siente más vigente que nunca. Cuando se decidió por Cesar se sabia que no era lo más acertado, era más que un adelanto, un retroceso; ya la selección no está para entrenadores de equipo, sino para seleccionadores nacionales. Muy acertada fué la decisión de “Chita” de dar un paso al lado, entendió que aún no era su momento, le falta mucha experiencia, y la realidad es que El Caracas, El Táchira o el Anzoátegui no son Venezuela.
“Peor es el remedio que la enfermedad”, así reza el dicho que se siente más vigente que nunca. Cuando se decidió por Cesar se sabia que no era lo más acertado, era más que un adelanto, un retroceso; ya la selección no está para entrenadores de equipo, sino para seleccionadores nacionales. Muy acertada fué la decisión de “Chita” de dar un paso al lado, entendió que aún no era su momento, le falta mucha experiencia, y la realidad es que El Caracas, El Táchira o el Anzoátegui no son Venezuela.
El esquema
De entrada ya todo hacía ver la debacle. Bajo los tres palos un inactivo Reny Vegas, se insiste con el “Zurdo” Rojas en el lateral izquierdo cuando el no es de esa posición, a Pedro Bohada que lució como una tortuga al lado de Robihno y compañía, por la derecha un improvisado y lesionado Gerzón Chacón, en la contención un displicente Mea Vitali, en la media a el “Lobito” y Ronald Vargas quienes sin lugar a duda fueron lo mejor del equipo y en la delantera a los desentonados Arango y Maldonado.
Hasta cuándo los aficionados van a ver evaporar sus ilusiones de estar en un mundial, sólo por el capricho de un hombre que hizo ver la “Catedral” del fútbol nacional como una capilla por no alinear a los caballos del equipo..
De entrada ya todo hacía ver la debacle. Bajo los tres palos un inactivo Reny Vegas, se insiste con el “Zurdo” Rojas en el lateral izquierdo cuando el no es de esa posición, a Pedro Bohada que lució como una tortuga al lado de Robihno y compañía, por la derecha un improvisado y lesionado Gerzón Chacón, en la contención un displicente Mea Vitali, en la media a el “Lobito” y Ronald Vargas quienes sin lugar a duda fueron lo mejor del equipo y en la delantera a los desentonados Arango y Maldonado.
Hasta cuándo los aficionados van a ver evaporar sus ilusiones de estar en un mundial, sólo por el capricho de un hombre que hizo ver la “Catedral” del fútbol nacional como una capilla por no alinear a los caballos del equipo..
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